
La alegría se trabaja. No es fruto de la frivolidad. ¡Estaréis hartos de oírmelo!
No nos dejemos robar la verdadera alegría del corazón. Pero primero será necesario tener un fundamento de esperanza.
Este año que ya se ha ido, ha sido duro, muy duro. En muchos aspectos: salud, familia, economía, falta de vida social…dolor. Pero esto no puede quitarnos la alegría. Fijaros….pese a todo, no PUEDE QUITARNOS LA ALEGRÍA. La alegría paciente es la esperanza. ¡Qué no nos la roben!
Aunque el 21 aparentemente empiece negro, tiene muchas luces que no sabemos ver.
Te reto. Me reto. Descubre cada día la luz de ese día. Vive con esa alegría que tiene un fundamento en el amor, no en el egoísmo ni en la frivolidad del que todo «vaya bien». ¿Qué significa que «todo vaya bien»?
Cuanto bien puede haber detrás de una enfermedad, de un revés económico, de un fracaso afectivo…que saca lo mejor de mí y me quita toda la tontería que llevaba dentro. Es una alegría.
Necesita un poco de profundidad este pensamiento. Tiene que ser una reflexión en silencio y muy sincera, a corazón abierto para ver qué la realidad suele tener dos caras. Ningún sufrimiento dura eternamente.
Enfrentémonos a este nuevo año con alegría y que no te la roben. Hay muchos ladrones que tienen envidia de los que no caen en el pozo de pesimismo y la inacción. No pueden soportar que haya personas que nos queramos, que superemos problemas, que sepamos sonreír cuando el alma llora.
Estate vigilante. Cuida el verdadero fundamento de tu alegría: saber para qué vives y por lo que estarías dispuesto a «morir». No pierdas el norte. No quiero perderlo.
FELIZ AÑO 2021. No que no tengas problemas, sino que le saques mejor partido a todo lo que te suceda. Que crezcas. Que te hagas mejor persona. Así seguro que serás feliz de verdad.