
Al inicio de las vacaciones podemos confundir descanso feliz con comodidad absoluta. Gran error. La comodidad no es símbolo de felicidad. Cuánta gente lleva una vida «cómoda» y tiene el corazón vacío; y cuánta gente lleva una vida » no-cómoda», según los cánones sociales, y tiene el corazón lleno hasta la plenitud, aunque no se entienda.
La felicidad no es un tema de tener y tener, es un tema de ser: un tema de tener ojos para ver el corazón de los demás; es un tema de sonreír para hacer la vida más fácil alrededor; es un tema de cambiar de actividad cuando no puedo más para descansar y coger fuerzas; es un tema de aceptar lo que viene hoy con alegría (sin amarguras); es un tema de necesitar pocas cosas y querer mucho a la gente; es un tema de valorar lo sencillo y lo que tengo, más que lo que desearía tener; es un tema de no desear lo que otros tienen, sino disfrutar con lo que tengo yo.
Puedes pensar cómo te vas a plantear tus vacaciones o como te las estás planteando. Puedes cambiar el enfoque. Si solo querías el super plan y el tirarte a no hacer nada, te acabo de chafar el enfoque; si vas a estar con la gente que quieres para disfrutar de lo que te ofrezca este verano, lo que sea, pues vas bien.
Te añado unas ideas para la maleta: una buena novela; unos juegos de mesa para compartir; una libreta vacía y un boli para escribir pensamientos, ideas, propósitos; alguna app interesante de conferencias o aportaciones personales breves que te puedan ayudar a interiorizar y a hacer balance, pensar es gratis y necesario; algún cine fórum pensado, https://contraste.info/hablar-con-el-cine/ (os lo recomiendo); mucha alegría, muchas sonrisas y trucos de magia. Saber sacar conejos de la chistera cuándo el ambiente se tense.
La felicidad de tu verano solo dependerá de ti y de tu actitud, no de lo que tengas. Disfruta de cada día a tope con lo que ese día te ofrezca. Mira siempre la botella medio llena; la medio vacía, siendo lo misma, amarga.
A por unas vacaciones felices, sean cómodas,… o no.