
Estamos en un momento de contraste y de grandes incongruencias sociales y personales. En esta situación estamos todos, nos demos cuenta o no. Choca ver cómo nos quieren manipular: hoy estamos de acuerdo con algo y mañana con lo contrario y ni siquiera nos hemos percatado. MUY PELIGROSO.
Algunas pistas de este contraste para ver por dónde andamos.
-1. El exceso de trastornos de hoy. Cuando la soberbia nos domina. Uno de ellos el narcisismo: un ego que asusta y hace que te ahogues en ti y con «ti». La soberbia puede inducirnos a hablar demasiado sobre nosotros mismos, a pensar casi exclusivamente en nuestros problemas personales, o a procurar llamar la atención por caminos a veces complejos y enrevesados: hasta puede hacernos simular enfermedades inexistentes, o alegrías y tristezas que no se corresponden con nuestro estado de ánimo.
– 2. Otro contraste: en un mundo lleno de ajetreo y dispersión, nunca había habido tanta soledad interior. Cuando sólo se valora lo que produce, muchas cosas valiosas quedan en el descarte, y se produce un vacío interior en el hombre que nos lleva al abismo y por eso se ha de «rellenar» de cosas efímeras y falsas que no llenan el corazón y nos acaban ahogando.
La lógica de la rentabilidad nos hace cometer errores por valorar más lo eficaz que lo verdadero.
– 3. Nos gusta la situación de confort y previsibilidad. Y no apostamos por lo que no vemos o por bienes a largo plazo. Todo inmediato. Peligroso. Así te cargas cualquier compromiso a largo plazo y no asumes lo que puede pasar después de tus actos. Hago y ….responsable yo???? Pues miro a otro lado. Libertad y responsabilidad van juntas SIEMPRE.
Tres pistas que nos hacen vivir, incluso sin querer, en una doble vida a veces clara, a veces sutil (más peligrosa) que nos lleva a una falta de coherencia que desemboca en un ansioso vacío que nos lleva a la infelicidad del corazón.
Para pensar y reflexionar un poquito…..