
Nuestro mundo no quiere pensar. Que pereza! Y esto nos está matando por dentro y creando amargura.
Nos tapamos la cara delante de la verdad. No queremos verla. Se considera dogmatismo e intolerancia y contraria al progreso. QUE GRAN MENTIRA! Así que nos lo creemos y no queremos pensar, profundizar en buscar la verdad sobre la persona. Y hay una VERDAD. Todo no es relativo.
Pensar es propio de la persona humana. Para decidir, hay que pensar antes. Quién no piensa y no busca la verdad NO ES LIBRE. Si no eres libre no sabes amar, no puedes ser feliz.
Hay que leer cosas que nos aporten para ser capaces de reflexionar. Nuestra lectura no pueden ser las redes sociales llenas de fake news y de titulares. Luego no somos capaces de leer un buen artículo de más de un folio.
Nos da miedo ser impopulares frente a nuestros amigos, en el trabajo. No podemos ser ambiguos, ni crear incertidumbres a nuestro alrededor. Así vivimos en la MEDIOCRIDAD.
Si aparece alguien que te quiere sacar de ahí, agradécelo porque te quiere. Los amigos que se ríen contigo en esa mediocridad de no pensar e ir tirando, no saben querer …igual que tú y que yo y no nos pueden ayudar. Un guía ciego no puede guiar a otro ciego.
Pensar supone implicarse tener interés en salir, buscar ayuda. Primero he de darme cuenta de mi situación. Aquí está el quid claro. La mayoría no vemos y tan contentos.
Y por el contrario nuestro silencio frente a la gente que queremos sería cómplice y culpable. Si quieres a alguien de verdad luchas por sacarlo de las arenas movedizas para salvarlo. No te engañes. Y si el que estás eres tú, quieres que te saquen.