Tener todo bajo control nos impide ver las estrellas. Hay que tener capacidad de imprevistos; flexibilidad frente a lo que cada día acontece. Estos tiempos son una gran oportunidad. «Hula hoop» para las contrariedades.

Tener el control da una aparente seguridad, el problema es que no tenerlo provoca muchas veces ansiedad y angustia. Puede ser que ni nos demos cuenta, pero mucho malhumor y faltas de paciencia son por eso.

Control es casi siempre un rasgo del perfeccionismo. Nos hace rígidos e inflexibles frente a los imprevistos y contrariedades.

En los momentos que estamos viviendo tener el «aparente control» no sirve de nada. Un bichito nos ha puesto en jaque mate. Nos ha demostrado que no controlamos nada: ni salud, ni trabajo, ni economía, ni política, …

A mi me hace pensar en mí finitud, en que realmente la persona humana es limitada y que Dios existe. Existe en el sentido de que hay «alguien» por encima nuestro. Nosotros no decidimos ni cuando nacemos ni cuando morimos, por mucho que el gobierno se empeñe.

De lo que sucede hay que «sacar» lecciones o moralejas. Del momento de hoy está claro que hay que aprender a vivir al día, en buen plan, con lo que cada día trae consigo; mirar alrededor para poder ayudar a los demás porque mañana puedo estar yo en su situación; compartir lo material y lo espíritual; y como empezábamos, saber mirar a las estrellas que representan la esperanza.

Una de las condiciones indispensables para conquistar la libertad interior es la capacidad de vivir el instante presente, que es el que tenemos. El pasado se fue y el futuro no sabremos si vendrá. Creo que está es la gran apuesta de este momento. No es nada nada fácil, pero quién apueste por conquistarla….será FELIZ.

No en el sentido de «petar» el día y disfrutar a tope …no va por ahí.

Va de valorar el hoy y ahora y arar con los bueyes que tengo en este momento a mi disposición: mi realidad. Ver lo mejor, sacar lo positivo de lo que no lo es o no nos parece tanto, estar más pendiente de los demás que de «mis quejas» y poner una guinda al día. No perder el tiempo con nostalgias del pasado o quimeras del futuro que nos dejan ver las estrellas del cielo que están HOY.