No hay que tener miedo a apostar por algo y a cometer errores.
Hay que tener miedo a vivir paralizados como muertos en vida, convertidos en gente que no quieren arriesgar, porque tienen temor a equivocarse.
El AMOR no tiene miedo.
Lo que se hace por amor engendra alegría. Jamás debemos «ir tirando» sino VIVIR; y se vive amando. Sino ¿para qué?
Queremos controlarlo todo y cuando no lo controlamos tenemos «miedo». La vida no se puede controlar en su totalidad. Hay una parcela que no depende de nosotros y eso nos cuesta reconocerlo. NO SOMOS AUTOSUFICIENTES.
La vida de una criatura creada (nosotros) debe basarse en la confianza en su creador. Nosotros no somos absolutos. Y eso nos genera miedos. Por eso es más feliz QUIEN CONFÍA, QUIEN VIVE DESPRENDIDO, aunque «parezca» inconsciente. No lo es. Confía y hace el esfuerzo de no dejarse dominar por los miedos, por las ganas de controlarlo todo.
Nos suceden cosas que no entendemos. Y siempre tienen un lado «bueno» que lo veamos o no, ahí está.
¿Dónde están, sin embargo, los verdaderos «milagros»? ¿En quién se cura de una enfermedad o en quien la vive con alegría y paciencia? ¿En quien sale de un problema económico o en quien a través de dicho problema entiende mejor el sentido de la vida? ¿En quien nunca es calumniado o en quien sale robustecido en su humildad? ¿En quien nunca llora o en quien ha convertido sus lágrimas en fuente de fecundidad?.
El otro lado de la moneda. Todo tiene su lado cóncavo y convexo.
No tengas miedo. Siempre saldrás reforzado y con horizonte. Amando siempre sales ganando.
Me gusta lo de que la gente piense que eres “irresponsable”: es verdad; cuando haces las cosas por un amor desinteresado pues muchas veces nadie ve el resultado y entonces al no ver más que la parte humana pues eso …eres una “irresponsable “
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Coincidimos!!!! Y tan contentas!!!!!
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Muy bueno el artículo! Me quedo con que hemos de aprender a vivir confiando más y no queriendo controlarlo todo!
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Pues sí así es!!!!!
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